viernes, 18 de julio de 2014

Amor

Siempre ví el amor cómo algo infinito, como un recurso eterno e inagotable. Con el paso de los años estoy empezando a pensar que es más bien todo lo contrario, que se agota y tiene un fin, tal vez es porque eso justifica los momentos en los que pasas de querer a alguién a un siple cariño residual. Eso se puede observar fácilente, pues cuando se deja de querer a alguién esa persona pasa a ser prescindible. Esta visión de mundo nada tiene que ver con la que tenía aquella adolescente romántica enamorada del amor que una vez fuí, pero la gente cambia, incluido yo, por mucho que odie los cambios por miedo a lo que vendrá después.

Si el amor es un recurso finito y por tanto se agota es suponer que cada relación tiene una cantidad de amor destinada, y que la relación, si no hay inconvenientes ni baches insuperables por medio, cumple su tiempo y luego pereze como cualquier ser vivo del planeta. Es lógico pensar que dicha cantidad no va por relacones únicamente, si no que dentro de una misma relación cada uno de los componentes tiene una cantidad fija de amor para dar y puede que incluso una cantidad de amor que puede aceptar, si es así lo que justifica las grandes relaciones es una gran cantidad de de amor para dar y aceptar por las partes implicadas, entonces la pregunta es obvia, que hace grande a un amor?, y si es así cómo funcionan los sentimientos en realidad, con cantidades finitas, cuando se da mucho desde el principio al final se agota antes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario