miércoles, 30 de diciembre de 2009

Memorias de Idhun

Son probablemente unos de mis libros favoritos, por cosas como estas:

Kirtash - Christian




Jack



Porque tu? - Chris Tara





Más alla - Chris Tara



Lo cierto, esque ahora mismo deberia estar volviendomelo a leer, pero estoy esperando...

sábado, 19 de diciembre de 2009

Ayer - Hoy

Supongo que eso no debería ser escrito hoy, ni siquiera estoy segura de que debiera ser escrito, ni de que quiera hacerlo, pero necesito hacerlo. Debería haberlo escrito ayer, pero preferí disfrutar de ese momento.
Fue un momento de los que no se pueden describir y lo cierto es que tampoco fue nada fuera de lo común, pero fui feliz. Supongo que, por tanto, fue el desencadenante del estado en el que me encuentro hoy, supongo que se podría decir que es hasta nostalgia y tristeza pero felicidad, es algo muy extraño.

Durante todo el día los recuerdos de felicidad han venido a mi mente y por un momento he deseado volver a vivirlos, pero después... Sólo quería lo que tengo ahora, porque para bien o para mal tengo lo que quiero.

viernes, 11 de diciembre de 2009

La nota

*Miraba por la ventana lentamente, el vaho había empañado los cristales, pero aún así se veían las montañas desdibujadas sobre el horizonte, el vecindario donde ella había vivido toda su vida, pero que aquel día le parecía tan extraño y solitario, como si no perteneciera a él. Los niños del pueblo, a los que sus madres habían vestido inteligentemente de forma que tenían prácticamente una forma redonda corrían por toda la calle, jugando y chillando, La nieve formaba ondulaciones en la calle. Tal vez por eso, porque era navidad estaba tan nostálgico, o se sentía tan solo. Era época de reuniones familiares, de estar con la gente a la que se quiere, sin embargo ella allí estaba, en la antigua casa, sola y a oscuras mirando como la nieve caía en el exterior.

Recogió la taza d café que había dejado sobre la mesita, se tumbó en el sofá y se tapó con la manta, era el invierno más frío desde hacía por lo menos diez años, sin embargo no le importaba, no tenía sentido preocuparse por el frío que había en la calle, pues no tenía planeado salir.


Su mirada se poso atentamente sobre el cuadro que tenía enfrente, se traba de una mujer que arropaba cariñosamente a un bebé, era un poco irónico que una chica como ella tuviera un cuadro así sin embargo ahí estaba colgado, no sabía por que a su abuela le gustaba mucho, y no tuvo valor para descolgarlo cuando ella falleció, la quería tanto…

Cualquier persona mínimamente espabilada se habría dado cuenta, no obstante, de que no era el cuadro lo que estaba observando, pues su mirada estaba perdida en el infinito, se había trasladado a aquellos días soleados y felices en los que también ella había salido a la calle a jugar, en los que soledad era una palabra insistente en su vida, recuerdos y más recuerdos intentaban colarse en su mente de manera atropellada, ella debería haberse encargado de mantenerlos a raya, de haber organizado una fila por orden cronológico, como había echo siempre, sin embargo la desolación la invadía y no tenía ganas ni de poner orden en su propia cabeza.

Por un momento creyó oír el timbre de la puerta, que ilusa…Ahí estaba otra vez el timbre, miró extrañada hacia la puerta como si esperase que el espíritu de la navidad pasada fuese a venir a por ella. Se levanto temerosa, y avanzó lentamente hacia la puerta, no sabía si debía temer lo que se ocultaba detrás de la misma. Asió el manillar con mucho cuidado, el corazón le latía tan fuerte y tan rápido que tenía la impresión de que se le iba a salir de pecho tarde o temprano. Definitivamente entreabrió un poco la puerta pero no vio a nadie, la abrió del todo, ahora ya segura de que esperaba que alguien estuviera detrás sin embargo no había nadie. Miró con atención en derredor como esperando de repente ver una silueta corriendo, sin embargo no había nadie.


Cuando ya, se había convencido de que todo habían sido alucinaciones suyas, decidió cerrar la puerta, pero en ese momento lo vio, un pequeño y azulado sobre yacía sobre la tarima de la puerta, lo cogió delicadamente como si temiese que de un momento a otri fuera a desvanecerse de sus manos, a convertirse en polvo, como si jamás hubiese existido. Cerró la puerta y abrió aquel sobre que tantos recuerdos le traía, que podía contener esta vez, hacía aproximadamente 10 años que no recibía un sobre como aquel, tan pulcramente cerrado, que guardaba maravillas en su interior, recordaba una vez en la que contenía sus caramelos preferidos, o aquel colgante en forma de mariposa, que aún hoy en día llevaba siempre puesto. Sin embargo el sobre sólo contenía una nota, estaba emocionada como una niña, en la nota decía:


“Eres el amor de mi vida, siempre te he amado y siempre te amaré, no pude negar mis sentimientos y huí, pero no quiero huir más, quiero pasar el resto de mis día justo a ti, envejecer contigo, amarte como nunca nadie te ha amado. Permíteme que también yo, sea el amor de tu vida.

Después de tantos años te he encontrado, siempre estuviste en un pedazo de mi corazón, el pedazo que hacia que latiera, la razón de mi existencia, mi vida y mi muerte, eso fuiste y serás.”


Las lágrimas brotaban sin control de sus enormes y negros ojos, era él, había vuelto, y lo había echo por ella, sólo por ella. Cogió el abrigo todo lo rápido que pudo, y ni siquiera le importó salir a la calle en pijama, lo único que quería era volver a ver esa tierna sonrisa, sentir de nuevo su calido abrazo. Sabía perfectamente donde encontrarlo, en el lugar que guardaba sus secretos más ocultos, el lugar que había sido testigo de su primer beso, de su amor, aquella mágica fuente en algún parque perdido del pueblo, en un lugar poco transitado.


Vio a lo lejos aquellos árboles, y aunque no había vuelto desde aquella vez, los reconoció nada más verlos. Vio su silueta a lo lejos, y corrió con todas sus fuerzas hacia él, ahora que sabía que lo había recuperado no pensaba perder ni un segundo más de lo necesario, llegó a su altura, y se sitúo a su lado, ambos contemplaron en silencio como caía el agua de la fuente, como se movía, escucharon atentamente el ulular de los búhos.

Unos minutos después se miraron a los ojos, y no pudieron más que ver a los adolescentes que eran antes, la llama de su amor, que después de los estragos del tiempo no era más que brasas se encendió, ambos sintieron como el calor los invadía, sin embrago, no se movieron, estaban ocupados mirándose el uno al otro, intentando memorizar cada detalle de aquel rostro al que tanto amaba. Y de repente, sin mediar palabra, se besaron, no hacía falta más.


Ella había deseado y soñado con ese beso durante demasiados años como para estropear el momento diciendo algo. Se separaron unos milímetros, de manera que sus narices se tocaban, y no pudo contenerse más, después de tanto tiempo le dijo muy dulcemente – Te amo.

Y así cogidos de la mano y amándose como nunca antes se había amado, se alejaron de aquel lugar, el que siempre sería su lugar, y se dirigieron al centro del pueblo.*


Por algún motivo que desconozco me da error al publicarlo, y por eso sale en cursiva con muchas cosas extrañas, lo siento, no estáis obligados a leerlo. Aunque es de agradecer una opinión.

Don´t Speak



You and me
We used to be together
Every day together always

I really feel
I'm losing my best friend
I can't believe
This could be the end

It looks as though you're letting go
And if it's real,
Well I don't want to know

Chorus:
Don't speak
I know just what you're saying
So please stop explaining
Don't tell me 'cause it hurts
Don't speak
I know what you're thinking
I don't need your reasons
Don't tell me 'cause it hurts

Our memories
They can be inviting
But some are altogether
Mighty frightening

As we die, both you and I
With my head in my hands
I sit and cry

Repeat Chorus

It's all ending
I gotta stop pretending who we are...
You and me
I can see us dying ... are we?

Repeat Chorus


Realmente diría que esto lo dice todo, pero en realidad lo dice y no lo dice al mismo tiempo..., y prefiero no comentar más, aunque se perfectamente que debería. Supongo que lo único que puedo decir es lo siento, y no creo que solucione nada...